+34 924 207 200 info@saconsa.es

Si es importante que tomemos conciencia y reciclemos, tanto o más lo es hacerlo correctamente. En este sentido, son muchas las dudas que aparecen cuando uno empieza en el mundo del reciclaje, por eso a continuación te dejamos una sencilla guía para que no tengas dudas y lo hagas correctamente. Recuerda que como dice nuestro slogan, reciclar está en tu mano.

  • Qué se tira en cada contenedor

 Contenedor residuos orgánicos: En él se tiran los restos orgánicos, es decir todo aquello que no se puede reciclar: comida, ceniza, pañales, compresas, papel sucio, bastoncillos, preservativos, cuchillas de afeitar… Algunos de estos desechos pueden destinarse a la fabricación de “compost”, que sirve para abonar la tierra y también para recuperar el suelo en erosión.

Contenedor de plástico: A él van los envases ligeros de plástico, metal y tetra briks (garrafas de agua, tarrinas de yogurt, botellas de productos de limpieza, bandejas de corcho blanco, tubos de pasta de dientes, agrupadores de plástico que unen las latas, bolsas de plástico, latas de conserva y de bebidas, sprays de cosmética personal, ambientadores, bandejas de aluminio, bolsas de aluminio, papel de aluminio y film transparente que no estén muy sucios, insecticidas, aerosoles…). Los plásticos tienen muchas utilidades y son fáciles de reciclar. Además, como provienen del petróleo, con su reciclaje evitamos seguir extrayendo esta materia prima: si reciclamos dos toneladas de plástico, ahorraremos aproximadamente una de petróleo bruto. Los metales también son muy valiosos y con su reciclaje se consume menos energía que fabricando metal nuevo a partir de minerales. Los tetra briks tienen diferentes materiales, todos ellos reciclables.

No se debe depositar en estos contenedores: Envases metálicos de pinturas o productos químicos, guantes usados, cepillos de dientes, biberones, cubos de plásticos, juguetes y goma, envases de vidrio, neumáticos,  electrodomésticos, componentes electrónicos, utensilios de cocina, bolígrafos, rotuladores, cintas de vídeo, carretes de fotos, Cajas de madera, cartuchos de impresoras, tinta, pilas, materia orgánica, papel y cartón.

 Contenedor de vidrio: Siempre sin tapas de metal o de corcho y siempre que sea vidrio utilizado para envasar alimentos, no así cristales de ventanas, vidrios planos o vasos rotos, que por su alto contenido en plomo deben ir a un punto limpio, para ser tratados en otra cadena de reciclaje. El vidrio es uno de los materiales más fáciles de reciclar y al fundirlo y darle nueva forma se ahorra un 93% de materiales y un 23% de energía.

No se debe depositar en estos contenedores: Frascos que contuvieran algún medicamento, lámparas o restos de lámparas, tubos fluorescentes, vasos, platos, vajillas, vitrocerámica o sus restos, espejos, cristales de ventanas y vidrios de coches, tapas, tapones y elementos metálicos o plásticos, corchos.

 Contenedor de papel y cartón: ( Que no estén sucios). A los sobres hay que quitarles las ventanillas de plástico (que se tirarían al contenedor amarillo) y a los cuadernos, las espirales (que irían al de orgánicos). Es recomendable plegar las cajas al máximo para evitar que ocupen espacio extra. El reciclado de papel y cartón ayuda a reducir la tala de árboles y el gran impacto ambiental de su fabricación: su reciclaje reduce en un 74% la contaminación del aire y en un 35% la del agua.

No se debe depositar en estos contenedores: Papel térmico para fax, etiquetas adhesivas, papel autocopiativo, papel carbón, papel encerado o parafinado, papel higiénico y sanitario, papel de aluminio, fotos, radiografías.

Puntos limpios y otros contenedores.

 Puntos limpios: Son espacios que disponen de varios contenedores, donde hay que trasladar los residuos domésticos que por sus características no pueden mezclarse con el resto. Los diferentes contenedores que pueden tener estos puntos limpios están destinados a:

– Aceite usado de vehículos: Por su alto poder contaminante, necesitan un tratamiento especial y pueden utilizarse posteriormente como combustible.

– Aceite usado de cocina: Nunca se debe tirar al fregadero porque es muy difícil separarlo del agua y eso dificulta las tareas de las depuradoras. Una vez tratado se puede recuperar para fabricar biodiesel y jabones. Nunca depositar aceites para la automoción o aceites de uso industrial.

– Baterías de coche y moto: Son muy contaminantes porque llevan líquidos corrosivos. De ellos se puede aprovechar el plomo, níquel y cadmio.

– Fluorescentes: contienen mercurio tóxico; Por eso deben ser tratados por separado. De ellos se recupera el mercurio, aluminio y vidrio.

No depositar en estos contenedores: Bombillas de filamentos, incandescentes o convencionales, halógenas.

– Medicamentos: También se pueden depositar en las farmacias, Puntos SIGRE. Los que están caducados se eliminan de una forma controlada. Los que no, se envían a países menos desarrollados o se destinan a personas necesitadas. Podemos depositar en los puntos SIGRE: medicamentos caducados, medicamentos no necesarios, cajas de medicamentos, envases vacíos o con restos.

No debemos depositar en los puntos SIGRE:  agujas, termómetros, radiografías, gasas, productos químicos.

– Pilas: De las pilas se puede recuperar algún material, como el cadmio. Se depositan en lugares especiales por ser muy contaminantes y con el fin de someterlas a una eliminación controlada. Se pueden depositar en los contenedores: pilas alcalinas, pilas de petaca, pilas botón, baterías de móviles, baterías de cámaras, baterías de luces de emergencia y de herramientas portátiles,…

No se debe depositar en los contenedores de pilas: pilas o acumuladores de automoción, pilas o acumuladores industriales, acumuladores o baterías de plomo, acumuladores y baterías de Ni-Cd, pilas que contengan mercurio,…

– Radiografías: De ellas se puede recuperar la plata.

– Pinturas, disolventes y otros productos químicos: Aerosoles, insecticidas, aguarrás, tintes, líquidos de frenos, líquidos fotográficos, cartuchos de tinta de impresora, etcétera. Sus materiales tóxicos penetran lentamente en aguas subterráneas contaminándolas. La mayoría son eliminados de forma controlada.

– Escombros: Aquellos que proceden de una obra pequeña que se hace en el hogar (baldosas, azulejos, restos de cemento, tazas del váter, bidé…).Aquí también se depositan los platos y tazas de porcelana. Sólo se puede tirar un máximo de 50-60 kilos por persona y día.

– Voluminosos: Colchones, sofás, muebles… Son objetos que hay que llevar a los puntos limpios por su dimensión y porque si se queman en la calle originan gases tóxicos. Se pueden recuperar para elaborar otros productos.

– Aparatos eléctricos y electrónicos: Electrodomésticos de todo tipo, ordenadores, televisores,… Suelen contener componentes peligrosos y, eliminando sus gases, las diferentes partes que los forman pueden reutilizarse para fabricar otros objetos.

– Metales: Somiéres grandes, tornillos, grifos, pomos de puertas,… Si contienen latón, plomo, cobre, hierro, estaño y aluminio, se pueden reciclar.

– Restos de podas: Está pensado sobre todo para las ciudadanos que trabajan el campo o tienen jardines en sus casas. Con los restos de tierra, plantas, flores… se produce “compost” para abonar la tierra. Si usted tiene en su casa alguna maceta, no es necesario llevarla al punto limpio; puede depositar la tierra o las flores secas en el contenedor de residuos orgánicos que hay cerca de su casa.

– Maderas.

 Contenedores de ropa y zapatos: Si usted quiere deshacerse de ropa o zapatos que están en buen estado, lo mejor es llevarlos a los contenedores que algunas ONGs distribuyen por su ciudad. Podrán servir para personas necesitadas. Si están en mal estado, lo mejor es tirarlo en el contenedor de residuos orgánicos.

Cómo se debe reciclar …

– Los tubos de pomadas: Se consideran restos de medicamentos, así que se depositan en la farmacia o en el punto limpio.

 – La grapadora: Al punto limpio (contenedor de metales) o al contenedor de orgánicos.

– El casquillo de la bombilla, un enchufe o un ladrón: Al punto limpio (contenedor de plástico).

– Una bombilla: La clásica, de filamentos, en el orgánico; la de bajo consumo, al punto limpio (contenedor de aparatos eléctricos y electrónicos).

– Los esmaltes: Primero se vacía bien el contenido y luego, si el tarro es de plástico o vidrio, al contenedor correspondiente.

– Un transformador: Al punto limpio (contenedor de aparatos eléctricos y electrónicos).

– Los cubiertos: Al orgánico o al punto limpio (metales).

– Pegamento: Al orgánico.

– Los CDs: Al orgánico. Son muy difíciles de reciclar.

– Un monedero de piel: Al orgánico. La piel es degradable.

– El cepillo del pelo: Al orgánico.

– El móvil: Al punto limpio (contenedor de aparatos eléctricos y electrónicos).

– Una pelota de fútbol de cuero: En el orgánico.

– Los auriculares: Al orgánico o al punto limpio (contenedor de aparatos eléctricos y electrónicos).

– Los neumáticos del coche: Reciben un tratamiento especial. El taller que ha sustituido los viejos por los nuevos tiene la obligación de quedarse con aquéllos y llevarlos al lugar correspondiente. Este servicio está cargado en el precio de los nuevos.

– Una lámpara: Si es grande, iría al punto limpio (contenedor de voluminosos). Si no, se puede entregar en la recogida de muebles y trastos viejos del ayuntamiento. Se tiene que retirar siempre la bombilla.

– La escoba: Al orgánico.

– Juguetes: Depende de cómo sean. Si son electrónicos, es mejor llevarlos a un punto limpio. Si se trata de un peluche, en el contenedor orgánico. Si es una muñeca, a pesar de ser de plástico, es mejor tirarla en el orgánico también, porque está formada por diferentes tipos de plásticos y eso dificulta el reciclado.

– Una percha de plástico: Al punto limpio (contenedor de plástico) o en orgánico.

– Un tapón de corcho: Al orgánico.

– Gafas: Algunas ONG como el Centro de Reciclaje de Gafas del Club Leonés recogen gafas viejas para enviarlas al Tercer Mundo. 

– Boligrafos: Se pueden reciclar, pero en puntos de recogida específicos. Una de las organizaciones que recogen bolígrafos es Terracycle, que tiene y mantiene un programa, en colaboración con la marca BIC, de recogida de materiales de escritura como bolígrafos, rotuladores o correctores para su reciclaje. Cuando se recogen en sus sedes de toda España se envían a una planta de reciclaje en Francia, donde el plástico se transforma en otros productos.

Fuente: ecoinventos.com