Las actuales previsiones de cambio climático y la sequía a la que hoy día estamos asistiendo, hacen cada vez más necesario optimizar el agua que utilizamos.
¿Sabías que España es el 4º país del mundo con mayor número de presas?
España tiene unos 1.200 embalses y ese agua se usa utiliza fundamentalmente, en agricultura (75-80%), industria (12-15%), y abastecimiento de núcleos urbano (8-10%). Es precisamente en ese 83-90% del agua destinada a agricultura y abastecimiento de núcleos urbanos, donde mejor podemos optimizar su uso mediante sistemas de riego eficientes. La superficie media de espacios verdes en España no supera los 5 m2/hab, en Europa se sitúa en 15-20 m2/hab y en EE.UU. supera los 30 m2/hab. Observando esta tendencia, a medio plazo estaremos en torno a 10 m2/hab. Esto va a suponer un aumento en el consumo de agua destinada a riego de los espacios verdes.
¿Dónde perdemos agua?
No cabe duda de que en la actual situación que vivimos, es necesario detectar y analizar aquellos puntos donde se producen pérdidas de agua, para poder articular eficaces medidas de ahorro, además de mejorar la homogeneidad en los diseños de aporte de agua a las zonas verdes. Estos puntos de pérdidas se suelen dar en la distribución del agua hasta los emisores de riego. Entre los más frecuentes podemos destacar:
- Fugas en las tuberías o canales o fallos en las uniones debidas a sobrepresiones en el sistema.
- Manejo, estado de conservación y mantenimiento de equipos y redes deficientes.
- Uso de especies vegetales con alto consumo de agua.
- Agrupación de plantas con distintas exigencias hídricas.
- Empleo de sistemas de riego poco eficientes y con poca uniformidad, que provocan aportes de agua no utilizables.
Recursos disponibles
Para corregir esta situación disponemos de potentes herramientas y de innovación tecnológica que ayudarán a maximizar cada gota de agua aportada a nuestras zonas verdes, como son:
- Monitorización de caudales y consumos de agua en tiempo real, para evitar pérdidas de agua en el transporte. Esto implicaría instalar y conectar un sistema de “seguimiento de cada gota de agua” centralizado y accesible de manera remota.
- Monitorización climática del riego, de forma que automáticamente se detecten vientos, precipitaciones e insolación que hagan poco recomendable el aporte de agua. Además, incluir en estos parámetros el cálculo de la previsión de evapotranspiración nos permite evitar situaciones de estrés hídrico.
- Determinación, a nivel de microzonas, de necesidades de riego en tiempo real, para aportar agua en la cantidad y el momento en que es aprovechable por las plantas. Esto incluye la instalación de programadores de control remoto conectados a sensores de suelo y a la información climática.
- Usar sistemas de riego adecuados a la máxima eficiencia, como es el empleo de sistemas de goteo enterrado en praderas.
- Uso de aguas grises como recurso para el riego de zonas verdes. Esto conlleva la creación de una red de distribución y riego diferente de la actual de agua potable, junto con toda la monitorización necesaria de la red.
- Recolección de agua de lluvia para su posterior uso como agua de riego.
Xerojardinería para ahorrar: Zonas Verdes e Instalaciones de Riego
Hoy en día es fundamental que el diseño de las zonas verdes de nuestras ciudades y las instalaciones de riego estén enfocados al ahorro de agua, utilizando las técnicas de la xerojardinería, pero ¿qué es exactamente la xerojardinería? Se tata de una técnica de diseño de zonas verdes que utiliza 7 reglas como estrategia de diseño:
- Planificación de zonas verdes en áreas de consumo de agua equivalente (las llamadas hidrozonas).
- Acondicionamiento del suelo para mejorar la retención del agua y la adaptación de las plantas.
- Riego eficiente y automatizado. Uso de técnicas que estimulen el enraizado profundo de las plantas.
- Elección de especies poco exigentes en agua y resistentes a la sequía, minimizando áreas y especies de alto consumo.
- Mulching para evitar la evaporación del agua
- Limitar las superficies de césped, sustituyéndolas por praderas naturales o naturalizadas.
- Técnicas de mantenimiento del césped, arbustos y arbolado que promuevan un ahorro del agua.
Para realizar un buen diseño de una red de riego eficiente, este debe cumplir que sea adecuado y suficiente en sus aportes de agua a las zonas verdes que debe regar, sectorizado por hidrozonas de necesidades equivalentes, adecuado a los caudales disponibles y a la calidad del agua.
Si conseguimos que sea fácil de manejar y de mantener por los responsables de mantenimiento, y que permita fácilmente la localización de averías y su reparación, tenemos un sistema que va a permitir el uso completo del agua disponible para el riego de nuestras zonas verdes, sin desperdiciar ni una gota de agua.
¿Cuáles son los sistemas de riego eficientes más empleados?
Los sistemas de riego más empleados, por orden de eficiencia, son los siguientes:
- Riego Hidropónico: este sistema es el de mayor eficiencia ya que toda el agua se usa por la planta, y las agua sobrantes por lixiviación o drenaje son reutilizadas.
- Riego Localizado: El riego por goteo es el que menores pérdidas por evaporación tiene debido a que solo se aplica sobre el área cercana al emisor, y el volumen de agua que se emplea está directamente disponible para la planta.
- Riego por aspersión: Este sistema tiene el riesgo de que el agua pulverizada permanezca en la atmósfera en forma de aerosol, además de que gran cantidad del agua de riego permanece en la superficie del suelo y las plantas siendo evaporada después del riego y a los problemas de deriva que causa el viento.
- Riego por inundación: Este sistema es el que menor eficiencia de riego presenta, al perder gran parte del agua por evaporación, puesto que el agua permanece en la superficie, También hay pérdidas por escorrentía y percolación.
En SACONSA trabajamos para contribuir con ese ahorro de agua, tan necesario, utilizando eficaces planes de ahorro y dotando a las ciudades de los mejores sistemas de riego.