Los océanos constituyen, junto con los árboles, los principales pulmones de nuestro planeta, generadores de la mayoría del oxígeno que respiramos. El problema es que cada vez están más contaminados, quedándose sin oxígeno y generando grandes perjuicios para nuestra salud y la de nuestro entorno. En esta contaminación, el plástico es el principal protagonista. ¿Sabías que 8 millones de toneladas van a parar al mar cada año? Esto está costando la vida de un millón de aves marinas y de 100 000 mamíferos al año. El 80% de la contaminación que se produce en los océanos está causada por los seres humanos, lo que genera gastos de 8000 millones de dólares en daños en nuestro ecosistema marino cada año.
El año pasado, entre el 5 y 9 de junio, se celebró la Conferencia de los Océanos, la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre este asunto. Representó una oportunidad única para que el mundo revertiera el deterioro de la salud de los océanos y los mares con soluciones concretas. La Conferencia sirvió, además, para promover el avance del objetivo 14, que es parte de la Agenda 2030 adoptada por los 193 estados miembros de la ONU en 2015. El objetivo hace un llamamiento para conservar y usar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
Y es que el océano nos habla, para decirnos que se queda sin oxígeno. Los arrecifes de coral están desapareciendo, el pescado que comemos contiene plástico y la subida del nivel del mar está aumentando.Los océanos, representan alrededor del 71% de la superficie del planeta, pero son el 99% de la biosfera, es decir, del espacio donde se desarrollan los seres vivos. Más del 31% de los recursos pesqueros se sobreexplotan a niveles que no permiten su recuperación, según los últimos datos de la FAO, la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura. Se estima que un 95% del volumen de mares y océanos permanece inexplorado. Pase a los avances tecnológicos, que han permitido llegar incluso a las profundidades de las Fosas de las Marianas, gran parte del cuerpo marino sigue siendo prácticamente desconocido.
Importancia de los océanos
La Tierra está compuesta por tres cuartas partes de agua y los océanos cuentan con la mayor dimensión. Estos junto con los océanos forman el conjunto de agua más extenso llegando a cubrir el 70% de la superficie del planeta. Ellos son indispensables para la creación de la vida y la preservación de los seres humanos y cumplen un amplio abanico de funciones esenciales y beneficiosas para nosotros.
Los océanos constituyen una gran fuente de recursos biológicos alimentarios y de materias primas, y además constituyen un importante recurso energético por la fuerza de los movimientos marítimos y las corrientes submarinas: energía hidráulica.
Así mismo son excelentes reguladores climáticos ya que absorben el exceso de calor del planeta y regula los efectos del cambio climático. Y una cuestión fundamental, es que producen la mayor parte del oxígeno que tenemos en la atmósfera.
Desde un punto de vista socioeconómico, los océanos también son importantes ya que aportan riqueza, desarrollo y soportan actividades económicas. Hay que tener en cuenta que una gran parte de la población mundial reside en zonas costeras. Los océanos son generadores de recursos laborales y económicos en las tareas relacionadas con el mar, como la pesca, el comercio, el turismo o la ciencia. Además de esto, los océanos tienen un importante papel en el ámbito de la comunicación, gracias al transporte marítimo.
Principales problemas
Uno de los principales problemas de mares y océanos es la sobrepesca. Según los últimos datos de la FAO, la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura, más del 31% de los recursos pesqueros se sobreexplotan a niveles que no permiten su recuperación. En los últimos 40 años, la población mundial se ha triplicado y, con ella, la demanda de pescado. A esto hay que sumar prácticas como la pesca ilegal o no registrada, que pueden suponer hasta 26 millones de toneladas anuales, o la de arrastre empeoran la situación. Pero la sobreexplotación no es lo único que pone en peligro el futuro del océano como fuente de alimento. Vertidos de todo tipo y la contaminación generan una interminable lista de amenazas para los peces que comemos, y para los demás organismos que forman la cadena alimentaria
El uso excesivo de fertilizantes y nutrientes es otro de los problemas que existen. Estos llegan al mar con la escorrentía de las aguas y dispara el crecimiento de algas y plantas marinas. Esa proliferación acaba por matar a muchas de ellas, y el oxígeno de las aguas afectadas se agota. Este fenómeno, conocido como eutroficación .
Otro factor que sin duda también afecta a los océanos es el cambio climático. El aumento de las emisiones de CO2 eleva la temperatura del planeta, derrite glaciares y hace que el nivel del mar se eleve, amenazando la existencia misma de ciudades costeras como Shanghái (China), Bombay (India), Lagos (Nigeria), el océano, ese regulador de la temperatura y los ciclos climáticos que la Tierra trae incorporado, puede entrar en un círculo vicioso.
La temperatura del agua determina la cantidad de CO2 que el océano puede asumir. A más frío, más absorción, y viceversa. La mayoría de expertos defienden que la capacidad marina de almacenamiento de dióxido de carbono se reducirá, dado el aumento de las temperaturas, en los últimos 25 años los mares europeos se han calentado 10 veces más rápido que la media del siglo pasado. Así mismo, el aumento del CO2 que se disuelve en las aguas da lugar a una serie de reacciones químicas conocidas como acidificación que afecta a animales marinos como almejas, ostras o gambas, impidiendo su desarrollo.
S.O.S: desoxigenación
De entre todos los problemas que tienen los océanos a día de hoy, la falta de oxígeno constituye unos de los más preocupantes dada la gran velocidad a la que se está produciendo. Su agotamiento podría provocar la muerte de gran parte de la vida marina que hay en las aguas. Una amplia revisión realizada por científicos internacionales y publicada en la revista Science, ha documentado las causas, las consecuencias y las posibles soluciones de lo que técnicamente se conoce como «desoxigenación».
Los investigadores descubrieron un aumento de 4 a 10 veces de áreas oceánicas con poco o nada de oxígeno; algo alarmante, ya que la mitad del oxígeno de la Tierra se origina en el océano.
El oxígeno es crucial para la vida marina en los océanos. Sin oxígeno, la vida marina morirá o se reubicará, pues necesita oxígeno para respirar. El equipo de científicos pertenece al grupo de trabajo de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de las Naciones Unidas, creado en 2016 y llamado Global Ocean Oxygen Network. Observaron que la cantidad de agua en el océano abierto sin oxígeno se ha cuadruplicado en 50 años. Es peor para las aguas costeras, como estuarios y mares. En esas zonas, las áreas con poco oxígeno se han multiplicado por diez desde 1950. Este documento es el primero en analizar tanto las aguas oceánicas como las costeras, que a menudo se estudian por separado.
La falta de oxígeno en los océanos también incide directamente en la devastación de los medios de subsistencia del ser humano.
Los océanos han perdido más del 2% de su oxígeno global en los últimos 50 años
6 cosas que no sabes acerca de los océanos
- Es el Sol el responsable del tono azul
El color es el resultado de las longitudes de onda del rojo y el naranja del sol que son absorbidas por la superficie y sus longitudes de onda azules penetran más profundamente, dando paso a un tinte azul.
- El fondo del océano está lleno de cables
Si pudieras ver los kilómetros de cable que cruza los océanos del mundo, parecería una red gigante y sumergida. Las compañías de comunicaciones mantienen las conexiones internacionales en el fondo del océano.
3. La parte más profunda del océano tiene más de 10 mil metros
La Fosa Mariana es considerada como la parte más profunda de los océanos del mundo. Dentro de la zanja se encuentra un valle conocido como el Abismo de Challenger que tiene de profundidad 10 923 metros.
- Los sonidos se pueden escuchar en las zonas más profundas
Los investigadores una vez bajaron un micrófono submarino llamado hidrófono hasta casi el fondo de la trinchera mariana para ver qué sonidos encontraban. El equipo descubrió que el sonido de los terremotos, el de las ballenas y otros ruidos ambientales era audible.
- Existen 20 millones de toneladas de oro inaccesible en los océanos
Es casi imposible recoger los 20 millones de toneladas de oro que se estima que existen en el agua. Eso es porque está tan diluido que se mide en partes por billón. Un litro de agua de mar podría tiene aproximadamente 13 billonésimos de un gramo.
- La cascada más grande de la Tierra está en el Atlántico
Existe una cascada por debajo del Océano Atlántico que, en términos de volumen de agua, es el equivalente de 2000 de las cascadas más notables del mundo. El agua fría del Estrecho en el lado oriental es más densa que el fluido caliente que viene del oeste. Cuando las dos aguas se mezclan, la fuente más fría se hunde, creando una cascada.
- Solo conocemos 1/3 de la vida marina
El tamaño y la presión del agua conspiran para limitar nuestra exploración de los océanos, tanto que se estima que hemos identificado sólo un tercio de la vida marina potencial que está al acecho bajo la superficie. Es posible que la mayoría de esos organismos sean más pequeños, pero es probable que algunas ballenas y otras especies de mamíferos aún no se hayan descubierto. Cada año se descubren alrededor de 2000 nuevas especies